Al principio del planteamiento del trabajo práctico nos disputamos entre dos objetos: un Wincofon o tocadiscos, y por otra parte la silla móvil. Hicimos un debate interno sobre cuál nos parecería el mejor objeto para encarar un trabajo que pudiera interpelar, incomodar, y plantear un buen eje de movimiento con plano en escena sin caer en un objeto típico canonizado. El corrimiento hacia un lugar que nos devele, que nos extrañe, y que salga de nuestra zona de confort divirtiéndonos al mismo tiempo fue clave. El proceso fue largo, resumirlo sería reduccionista, pero para comunicarlo en palabras traídas más a tierra: nos inclinamos por las condiciones de posibilidad que nos brindaba la silla móvil; un objeto que seguramente a diferencia del tocadiscos nos iba a llevar a transitar por un tipo de movimiento que no proponía solamente un movimiento en sí de la cámara, sino que nos regalaba ese instante de traslación por sobre rotación que nos parecía sumamente interesante siendo en alguna instancia una trampa, licencia, que nos podíamos tomar al respecto de la consigna. Un objeto que tendría las cualidades de movimiento, pero no un movimiento típico de acción o rotación, un objeto que por altura y tamaño de plano coincidía con los requisitos de desplazarse por diversos escenarios. Claramente el tocadiscos nos hubiese implicado un escenario estanco, poco dinámico en la visita de paisajes, y con el sinsentido de proponer un juego que audiovisualmente no haría cumplir la función narrativa y divertida que queríamos; la silla móvil nos invitó a jugar creativamente. Tuvimos varias ideas: al principio había nacido como un movimiento simple que devino en jugar en entradas y salidas de planos con giros conceptuales. Fuimos reduciendo en base a las estrategias de corrección docente las ambiciones de tanto significado narrativo para simplificar y funcionó mucho mejor. Pensábamos en hacer planos en Microcentro, pero la locación elegida fue clave y la idea funcionó igual. Buscamos una heterogénea con ejes visuales distintos para que funcionara. Planteando las ideas más conceptuales enroscaríamos más lo central y lúdico que conserva la esencia en escena. Nos invitamos a un punto clave, componiendo los planos con un equipo de 4 en rodaje estratégico: una persona en cámara, otra asistiendo en la corrección de lo que supere a la dirección de los planos, una que empujara a la silla, y otra que releve. Nos fuimos rotando de posiciones, de roles, y fue clave la frescura del editor/montajista para que ordene de manera alejada, como un productor, la estrategia narrativa de los cortes en edición. Priorizamos en las capturas finales una búsqueda constante de planos que seleccionábamos como enmarcando mentalmente, y con posturas fotográficas variadas desde las imágenes de aquellas ficciones propias que construimos. Edificios abandonados, otros semi abandonados, construcciones arquitectónicas más recientes, imágenes nostálgicas de la casa de Cortázar, el colorido escarabajo amarillo en la puerta que proponía misticismo, con el escenario final dantesco distópico del edificio del pabellón de Veterinarias, el gato que observaría un inicio digno de estar atento a su conclusión. Jugar con los espacios contrastados desde lo lumínico, para cerrar con un espacio semi abierto que no concluye. Plantear planos centrados con visiones interesantes. Filmamos más de lo que tiramos en cinta, nos ayudó a observar en poder de síntesis y capitalizar la mayor cantidad de data, ya que si seleccionábamos los planos justos nos quedaríamos con menos. Hacerlos dialogar de forma integral, y que haya una conexión entre planos fue la premisa para justificar esa puesta de cámaras, esa angulación, ese tipo de lente y de iluminación. Justificamos los planos en base a las observaciones de referencias que nos marcaron en comisión, para hacer de la corrección una invitación más, a una especie de trabajo en conjunto en la didáctica de invitar a rodar junto con nosotros a nuestros docentes, que formen parte de ese pequeño viaje en silla a distancia como la que propone el caos de una silla que no se detiene a pesar de esa ausencia física, exigiendo en algún momento ser detenida por correrse por fuera de los límites de las leyes.
Puesta en escena
Puesta en escena
Haciendo scouting
Haciendo scouting
Recorriendo
Recorriendo
Fallos técnicos
Fallos técnicos
RIP silla
RIP silla
Un poco de backstage del proyecto siendo llevado a cabo. La silla cumplió su cometido.

Primer acercamiento a la experiencia

Segundo acercamiento a la experiencia. Primer borrador.

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