Debatimos internamente sobre los cuerpos posibles en esta instancia. Teníamos consciencia de que entre las opciones que teníamos íbamos a trabajar sobre modelos antropomórficamente hegemónicos. La decisión final fue inclinarnos por Julieta. Una vez que ya definimos cuál era la persona indicada (después de hacer una evaluación de producción sobre tiempos, espacios, arte y estética sumada las condiciones de posibilidades que nos daba Julieta) queríamos conceptualmente quebrar con la idea de un cuerpo que se manifieste dócil, es por eso que la búsqueda de la entrevista fue orientada hacia ese concepto que nos fuera funcional para poder trabajar más allá de esa hegemonía sin romperla; potenciandola pero que no se que quede en un video de folleto sino que plantee una inquietud y que sea una obra de significado abierto. Cuando conocimos a Julieta hicimos un trabajo de dirección bastante fuerte con el objetivo de encontrar en esa búsqueda su esencia. Lo hicimos en un espacio abierto, público, tratando de generar un círculo privado e íntimo para lograr un clima y una confianza que nos permitiera desarrollar audiovisualmente el reflejo de su aura. Luminicamente las condiciones de la plaza no fueron contempladas en la entrevista y no hubo un guión sino un disparador sobre ciertos ejes que nos permitieran indagar en ello. La línea interactiva fue ética, estética y estratégica, lo que nos permitió llegar al punto que inspiró el trabajo: la representación de Venus.  
Julieta nos abrió las puertas de su casa y pudimos observar ciertos puntos de interés para armar un espacio en consonancia con la estructura de Venus. Sus tapados, prendas, cuadros, toda la estética de su habitación era una representación moderna de Venus y de alguna forma en esa misma búsqueda aparecieron ciertas conexiones en esa dirección de actriz y de arte en la cual pasaron situaciones mágicas, como por ejemplo interactuar con el libro Nude Paintings y que al abrirlo en una página al azar se encuentre con una Venus posicionada de la misma manera que ella y con un perro a sus pies. Técnicamente nos costó plantearlo porque fuimos con una idea lumínica que no pudimos realizar en el primer encuentro ya que nos adaptamos al espacio con sus limitaciones. Una vez que filmamos el primer encuentro, para el segundo tuvimos en cuenta ciertos requerimientos técnicos que reforzarian la entrega final del trabajo. Tras hacer un balance de esas cosas que en campo salieron con mala calidad, mala definición por ausencia de luz o la incorrecta distribución/administración de la iluminación, logramos en el segundo rodaje transformar esas imperfecciones en virtudes emulando como equipo la actitud de la Venus.

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